El proceso de fabricación de estos resistores parte de un soporte de vidrio, sobre el que se deposita una capa uniforme de carbón y resina líquida. El valor óhmico del componente se determina modificando la proporción de carbón, resina y grafito que constituyen la mezcla resistiva. Dicho soporte es seccionado en unidades que son los resistores.
Concluido el proceso, los extremos se metalizan para garantizar un buen contacto con los hilos de salida. Seguidamente se moldea con una resina termoendurecible, se verifica la resistencia del componente y se litografían sus valores característicos por medio de franjas de colores.
Como características más importantes:
- Elevado coeficiente de temperatura.
- Soportan mal las sobrecargas.
- Ruido y coeficiente de tensión prácticamente nulos.
- Mayor precisión y menores derivas que las aglomeradas